En la emblemática ciudad de Dublín, Irlanda, se ha celebrado la esperada Conferencia de Presidentes de Parlamentos Europeos los días 28 y 29 de septiembre, con la participación de destacadas figuras políticas. Entre ellas, la vicepresidenta de la Mesa Directiva, diputada Blanca María del Socorro Alcalá Ruiz del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México.
En un contexto donde los desafíos de representación son evidentes, Alcalá Ruiz destacó los esfuerzos de México en pro de una democracia más inclusiva y representativa. El camino, aunque con progresos notables, aún demanda un trabajo consensuado y decidido para ser transitado en plenitud.
«Las diferencias, ya sean de género, étnicas, de edad, condición física o migratoria, son desafíos constantes para las democracias», señaló Alcalá, subrayando la importancia de reconocer y respetar los derechos de todas las personas sin excepción. Este llamado cobra especial relevancia en un mundo donde ciertos liderazgos políticos, de distintos espectros ideológicos, promueven visiones de supremacía racial o nacional que restringen los derechos de las minorías.
La diputada hizo un llamado urgente a mantener una mente abierta, indispensable para representar de forma legítima a una sociedad vibrante y dinámica, que exige arreglos legales acordes a principios fundamentales como la libertad, inclusión y democracia.
«La representación es el alma de la democracia», reflexionó Alcalá Ruiz, señalando cómo las instituciones políticas han enfrentado y aún enfrentan desafíos significativos en garantizar una representación inclusiva. Es imperativo que los parlamentos no solo prediquen, sino practiquen y faciliten una igualdad genuina, siendo un espejo de la diversidad e inclusión que deben caracterizar a las sociedades contemporáneas.
Ejemplo de este compromiso, destacó Alcalá Ruiz, es la designación de la actual Legislatura de la Cámara de Diputados de México como la «Legislatura de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad». Esta nomenclatura refleja el esfuerzo y la prioridad puesta en incorporar a sectores históricamente subrepresentados o excluidos, como la comunidad LGBT, personas con discapacidad, migrantes, jóvenes y mujeres, quienes han ganado espacio gracias a largas y sostenidas luchas históricas.
Con un espíritu plural y democrático, México busca ser un referente en la construcción de una democracia inclusiva y diversa, consciente de los beneficios que esto conlleva para el sistema político en su conjunto, incluyendo una mayor participación electoral y una rica heterogeneidad de puntos de vista en los órganos decisores.